La forma en que irrumpió la videoconferencia para suplir las aulas de capacitación durante el periodo de pandemia, generó que se implementaran metodologías emergentes para usar correctamente este medio, no obstante, la estructuración didáctica de una sesión de esta naturaleza, requirió del uso de la experiencia y el tiempo para poder definir una metodología eficaz.
Una de las problemáticas más comunes que se han presentado en esta época de post pandemia, es saber cuál es la estrategia más adecuada para mantener a los participantes involucrados la mayor parte del tiempo en una sesión en línea. ¿Acaso las herramientas que contiene la plataforma no son suficientes, o más bien el instructor no sabe aprovecharlas para sacarle el mejor partido?
Isabel Adams propone una categorización respecto a las herramientas que se suelen emplear en uan videoconferencia. Las herramientas activas y pasivas. Las herramientas activas requieren que los participantes interactúen físicamente con la plataforma virtual. Las herramientas pasivas requieren poca o ninguna interacción.
Herramientas activas:
- Pizarrón interactivo
- Chat
- Encuesta
- Sondeo
- Interacción verbal mediante preguntas abiertas
- Reunión en equipo
Herramientas pasivas:
- Compartir contenido
- Descarga de archivos
- Transmisión de vídeo/audio
- Transmisión de cámara web
Un curso a través de videoconferencia debe usar una combinación de herramientas activas y pasivas durante toda la sesión. Hacerlo mantiene a los participantes sintonizados y comprometidos.
Estos son algunos ejemplos de combinaciones de herramientas activas y pasivas:
- Transmisión de un video con preguntas para responder utilizando el chat. Por ejemplo, los usuarios ven un video que demuestra un proceso técnico. A medida que se desarrolla el proceso, deben capturar en el chat palabras clave relacionadas con dicho proceso.
- Generar un debate de ideas a través de la formación de equipos. Se utiliza la herramienta de break rooms para poder dividir a los participantes en subgrupos con el objetivo que en un tiempo breve de 10 minutos, puedan discutir un tema, argumentando sus ideas a través de conceptos vistos a lo largo del curso.
- Uso de aplicaciones como mentimeter para que todos los participantes respondan con una sóla palabra un cuestionamiento hecho por el instructor. Las aportaciones se aprecian en pantalla.
Ahora que sabe un poco más sobre cómo combinar herramientas activas y pasivas en el aula virtual, es importante tomar en consideración que para que una sesión en línea tenga éxito, hay que generar mecanismos de participación con la audiencia, aproximadamente cada 15 minutos, para motivar el interés y procurar mantener el buen ritmo de atención que se genere.