He participado como instructor de cursos en línea por más de 10 años y como formador en talleres presenciales por más de 20. Cuando se cuenta con algo de experiencia, indudablemente se adquiere conocimiento sobre la manera en que las personas se comportan entornos grupales, especialmente en el desarrollo de dinámicas por equipos. En el transcurso de un curso presencial, los participantes poco a poco van adquiriendo confianza para expresar sus puntos de vista, siempre y cuando el instructor haya creado un ambiente de aprendizaje positivo y haya realizado ciertas actividades en el momento adecuado para el grupo.
Encuentro fascinante la forma en que las personas se desenvuelven en un curso virtual, especialmente si es su primera experiencia. A partir del historial de todos estos años, he percibido algunos comportamientos constantes que se manifiestan a lo largo de los cursos en línea, los cuales se describen a continuación:
La mayor parte de las personas prefieren usar el canal del chat para participar:
Este tipo de comportamiento es muy habitual, y es originado por varias causas, entre ellas, la mayoría se cohíbe al utilizar el micrófono para responder un cuestionamiento. Quizá otra razón es que están habituados a no usarlo para no interferir en la sesión. Una de las normas comunes en este tipo de escenarios, es que el instructor prefiere que las preguntas sean expresadas a través del chat o bien, al finalizar la ponencia.
Cualquiera que sea la causa, lo más importante es que establezcan reglas claras de participación y detectar a los que no acostumbran a expresar su opinión para incentivarlos a colaborar, realizando preguntas directas para destrabar este tipo de bloqueos.
Cuando toca la ronda inicial de presentación ante el grupo, algunos mencionan que les gusta que ser llamados por un sobre nombre. Esto debe ser acotado por el instructor para tomarlo en cuenta en las dinámicas que se establezcan y con ello ganaremos su confianza
Las personas introvertidas asumirán un comportamiento similar en los cursos en línea:
Individuos con escasa participación deberán ser detectados rápidamente para aplicar tácticas que promuevan su colaboración en los equipos de trabajo; por ello se sugiere ubicar a un buen líder que los cobije y que apoye en su desempeño, aprovechando que por lo regular, se desenvuelven bien cuando se realizan tareas individuales.
Una persona reservada no necesariamente es apática, en cambio hay otros individuos en los que hay poner especial cuidado, pues muestran un “presentismo virtual”; es decir, parece que están presentes en la sesión, pero no responden a cuestionamientos, ni tampoco en los sondeos o actividades por equipo.
Foros de discusión para conocer al participante:
Los foros de discusión sirven para conocer el perfil del estudiante y sus alcances, pues los comentarios que vierten sobre un tema asignado, son indicadores para determinar el nivel de análisis y argumentación de ideas. Este tipo de actividad se sugiere realizarla al inicio del curso, pues se obtendrá información
Ludificación para romper la inercia de la formalidad:
Es muy bueno cambiar la inercia del curso fomentando la participación de todos a través de dinámicas lúdicas de aprendizaje. Hay un sinfín de herramientas que permiten generar actividades en línea como los kahoot o jeopardy.
Podcast como recurso de participación individual:
El podcast es un instrumento muy valioso para incentivar la participación; de la misma manera que el foro de discusión, permite identificar las capacidades de expresión de cada estudiante, así como las posibilidades que tiene para analizar y sintetizar información.
Video como medio de colaboración:
Los videos son artefactos que permiten que los miembros de un equiipo discutan y logren consensos sobre la narrativa y el contenido visual. Es un recurso de aprendizaje muy útil para fomentar la integración de equipos de trabajo. A pesar de que es más fácil ponerse de acuerdo en forma presencial, dentro de la gama de herramientas que ofrece la educación en línea, existen plataformas que brindan el servicio de gestionar video conferencias para que los integrantes de un equipo puedan reunirse.
Para concluir, se puede afirmar que la tecnología existente en nuestros días, facilita las labores a distancia; por lo que sólo hay que considerar las estrategias que promuevan el desarrollo de las actividades colaborativas. Cabe mencionar que desde su creación, los cursos en línea siempre han experimentado un nivel de deserción importante. Por ello, la sinergia que se procure generar entre el tutor y los participantes, es pieza clave para mantener la llama encendida durante el tiempo que dure la capacitación.