La técnica de “ice breaker” se utiliza como una actividad ideal previa antes de iniciar cualquier curso o taller de capacitación, con el objetivo de romper la tensión inicial que pudiera existir en el grupo, máxime cuando los participantes no se conocen entre sí. Es sumamente útil también para los instructores pues controla el posible nerviosismo que se padece antes de iniciar cualquier curso o taller.
La técnica de rompehielo no debe ser intimidatoria pues puede ocasionar molestia o vergüenza, más bien debe ser simple. Un ejemplo es pedirles a las personas que se presenten y digan lo que esperan obtener del evento. Sin embargo, el término generalmente se usa para juegos o actividades divertidas en lugar de simples presentaciones.
Los rompehielos son generalmente interactivos y están diseñados para ser divertidos. Si se hacen bien, pueden ser una muy buena manera de ayudar a los miembros del grupo a involucrarse en la sesión y asegurarse de que el evento salga bien. Pueden establecer el tono para toda la reunión. Por el contrario, si se hace mal, pueden convertir todo el evento en un desastre.
¿Cuándo aplicar la técnica de rompehielos?
- Para generar confianza entre el facilitador y los participantes.
- Cuando se tiene un grupo de participantes de diferentes orígenes que no se conocen muy bien.
- Cuando se cuenta con un grupo heterogéneo con marcos de referencia muy distintos.
- Cuando se pretende implementar en el taller trabajo por equipos, por lo que se necesita que estén preparados para hablar entre ellos.
- Cuando se va a tocar un tema complicado y se requiere el diálogo entre todas las partes.
Diseñar o elegir actividades para romper el hielo.
Los objetivos pueden ser los que a continuación se muestran:
Permitir que las personas se presenten al grupo y conozcan a los demás para garantizar que todos se sientan lo suficientemente cómodos. La técnica debe ejecutarse de forma sencilla. Las personas pueden estar estresadas o llegar tarde. Tiene que ser fácil de entender y hacer, o todos simplemente se desconectarán y no logrará sus objetivos para la actividad o el evento.
Para un evento más grande, los grupos pequeños pueden funcionar mejor, especialmente si se pide a las personas que trabajen en grupos de todos modos. Para una reunión más pequeña, en la que desea que todo el grupo trabaje en conjunto, tiene más sentido realizar una actividad para todo el grupo. Sin embargo, si cree que comenzar como un grupo completo puede ser demasiado intimidante, ¿por qué no trabajar en parejas al principio?
Algunos ejemplos de actividades para romper el hielo
1. Presentación de personas
Formarlos en parejas, diciendo quiénes son y de dónde son.
Presentarse al grupo y uno de ellos deberá explicar lo que tienen en común. Esto es bueno porque comienza a establecer puntos en común de inmediato.
2.Telaraña
Material: bola de estambre
La técnica consiste en que una persona se presenta ante el grupo narrando quién es, de dónde proviene, qué expectativas tiene del curso o taller, etc, etc. Si alguna persona encuentra alguna coincidencia durante el relato, deberá interrumpir a la persona que está hablando, diciendo con voz fuerte: “yo también”. En ese momento la persona que inició le comparte la punta del hilo del estambre, mientras que ella hace un nudo y lo ata a su dedo.
La persona siguiente hace lo mismo. Comienza haciendo una presentación y debe ser interrumpida por otra que encuentre algún punto de coincidencia con el relato..
3. Introducción al tema
Material: hojas de post it
Nube de palabras: Escribir una palabra en el pizarrón y pedir a los participantes que escriban en los post it las palabras que asocian con esa palabra. Agrupar las palabras por tema si corresponde. Este ejercicio es bueno porque muestra el alcance del tema y también hace que el grupo hable sobre la agrupación.
Preguntas candentes: Pedir a los participantes que mencionen las preguntas que esperan que el curso responda. Esto se puede hacer mejor después de una discusión en un grupo pequeño, para asegurarse de que una o dos personas no “acaparen el centro de atención”. Esto ayuda a asegurar que la reunión cumpla con las expectativas.
Dale la vuelta: Usar la técnica de lluvia de ideas para darle la vuelta al problema y pensar en él de manera diferente. Por ejemplo, en el caso de que se trate como tema “cómo atraer a más clientes”, hacer una lluvia de ideas sobre cómo alejar a los clientes. Nuevamente, esto se puede hacer mejor en grupos pequeños, pero se puede hacer todos juntos. Esto ayuda a que la gente hable y también vea el tema de una manera diferente.